LA
                                        NATURALEZA ALMERIENSE FRENTE AL SIGLO
                                        XXI.
EL
                                        DESARROLLO INTEGRADO.
...... se
                                        han expuesto, a grandes rasgos, las
                                        riquezas geológicas, paisajísticas,
                                        biológicas, históricas y etnológicas
                                        que atesora la provincia de Almería. En
                                        cualquier caso, ha quedado
                                        suficientemente demostrada la magnitud y
                                        la singularidad de sus recursos
                                        naturales que la hacen acreedora al título
                                        de capital europea de la biodiversidad.
                                        Puede afirmarse que en ningún otro
                                        lugar del continente existe una variedad
                                        de hábitats tan importante, ni tan
                                        diferente, como la que aparece
                                        representada en este rincón del Sudeste
                                        peninsular.
 Esta
                                              situación ha provocado que la
                                              administración, ante las demandas
                                              y exigencias de una sociedad cada
                                              vez más sensible y responsable
                                              con su entorno y que apareció
                                              como fenómeno sociológico en
                                              España durante los años 70, haya
                                              tenido que responder reaccionado
                                              ante el vacío legal que existía
                                              en materia de conservación y de
                                              protección ambiental.
Esta
                                              situación ha provocado que la
                                              administración, ante las demandas
                                              y exigencias de una sociedad cada
                                              vez más sensible y responsable
                                              con su entorno y que apareció
                                              como fenómeno sociológico en
                                              España durante los años 70, haya
                                              tenido que responder reaccionado
                                              ante el vacío legal que existía
                                              en materia de conservación y de
                                              protección ambiental.  
La
                                        década de los 80 se caracterizó por
                                        una frenética actividad legisladora,
                                        tanto a nivel del Gobierno Central, como
                                        en aquellas Comunidades Autónomas que
                                        como la andaluza tienen transferidas
                                        casi todas las competencias en materia
                                        de medio ambiente. De esta forma la
                                        Junta de Andalucía creó como Ente Autónomo
                                        a la Agencia de Medio Ambiente que
                                        desaparece como tal a mediados de los
                                        90, incorporándose a la Consejería de
                                        Medio Ambiente. 
                                        
Almería
                                        cuenta en la actualidad con 10 espacios
                                        naturales protegidos. Están
                                        constituidos por el Parque Nacional de
                                        Sierra Nevada, los Parques Naturales de
                                        Cabo de Gata - Níjar, Sierra María -
                                        Los Vélez y Sierra Nevada (compartido
                                        con la provincia de Granada), los
                                        Parajes Naturales de Punta Entinas -
                                        Sabinar, Desierto de Tabernas, Sierra
                                        Alhamilla y el Karst en Yesos de Sorbas
                                        y las Reservas Naturales de la Albufera
                                        de Adra y de Punta Entinas - Sabinar. En
                                        conjunto constituyen el 8% del total de
                                        la superficie provincial que está muy
                                        por debajo de la media andaluza,
                                        contrastando con el 31,9% de Cádiz y
                                        superando tan sólo a la provincia de Málaga
                                        que posee un 3,9%. 
El
                                        futuro de estos y otros espacios estará
                                        ligado en un próximo futuro a la
                                        denominada Red Natura 2000, regulada por
                                        la Directiva Hábitats y que pretende la
                                        creación de un red de Zonas de Especial
                                        Conservación (ZEC) que garantice la
                                        biodiversidad de los hábitats naturales
                                        y de la flora y fauna silvestres en el
                                        territorio de la Unión Europea,
                                        obligando a los Estados Miembros a tomar
                                        medidas para su conservación. Durante
                                        1998 y dentro de esta dinámica la
                                        Consejería de Medio Ambiente de la
                                        Junta de Andalucía presentó una
                                        propuesta ante el Ministerio de Medio
                                        Ambiente, incluyendo 128 espacios con
                                        una superficie total de 2.428.982 Has.,
                                        lo que supone el 27,8% de la superficie
                                        total de Andalucía. 
 De
                                              éstas, 293.713,93 Has.
                                              corresponderían a la provincia de
                                              Almería de las que 145.488 Has.
                                              pasarían a formar parte de 14
                                              nuevos espacios protegidos. En
                                              este sentido, cabe destacar también
                                              que actualmente se encuentra en
                                              fase de estudio la creación de
                                              dos nuevos Parques Nacionales en
                                              esta provincia: el Parque Nacional
                                              de los Desiertos de Almería y el
                                              de Alborán.
De
                                              éstas, 293.713,93 Has.
                                              corresponderían a la provincia de
                                              Almería de las que 145.488 Has.
                                              pasarían a formar parte de 14
                                              nuevos espacios protegidos. En
                                              este sentido, cabe destacar también
                                              que actualmente se encuentra en
                                              fase de estudio la creación de
                                              dos nuevos Parques Nacionales en
                                              esta provincia: el Parque Nacional
                                              de los Desiertos de Almería y el
                                              de Alborán.  
La
                                        política de declaración de espacios
                                        naturales que se ha desarrollado hasta
                                        la fecha ha contribuido de modo
                                        importante a conservar multitud de hábitats,
                                        que de otra forma se hubieran degradado
                                        de manera irreversible o simplemente
                                        hubieran desaparecido. Por otro lado, ha
                                        dotado a Andalucía de una de las redes
                                        más completas y amplias de áreas
                                        protegidas dentro del ámbito no solo
                                        español, sino de la Unión Europea. En
                                        este sentido, esta comunidad autónoma
                                        se ha convertido en punto de referencia
                                        a la hora de establecer medidas que
                                        garanticen la conservación y protección
                                        de hábitats especialmente relevantes.
                                        
Sin
                                        embargo, no se puede obviar que este
                                        complejo proceso no haya estado exento
                                        de problemas administrativos y sociales.
                                        En ocasiones ha adolecido de defectos de
                                        forma y contenido, probablemente, debido
                                        a la novedad que este tipo de figuras
                                        declarativas llevaban aparejadas y que
                                        no se habían puesto en práctica
                                        anteriormente. Así, los Planes de
                                        Ordenación de los Recursos Naturales y
                                        los Planes Rectores de Uso y Gestión
                                        que constituyen las herramientas legales
                                        internas de dichos espacios y que deben
                                        realizarse con anterioridad a la
                                        declaración de los mismos, se han
                                        desarrollado normalmente con
                                        posterioridad. El proceso para la dotación
                                        de recursos, tanto técnicos, como
                                        humanos, y el desarrollo de las
                                        infraestructuras de uso público
                                        necesarias para el correcto
                                        funcionamiento de estos espacios ha sido
                                        en ocasiones lento, estando en algunos
                                        casos en fase de realización. 
                                        
Pero
                                        el principal problema al que se
                                        enfrentan algunos de los espacios
                                        incluidos en la RENPA es la contraposición
                                        entre los intereses públicos y
                                        privados. La conservación de
                                        determinados hábitats requiere, en
                                        ocasiones, de limitaciones y
                                        restricciones de uso que se contraponen
                                        directamente al desarrollo de
                                        actividades humanas que no sean las
                                        estrictamente científicas y/o
                                        conservacionistas. Cabe destacar que la
                                        Constitución Española en su articulo
                                        33 reconoce el derecho a la propiedad
                                        privada, especificando cuando ésta
                                        puede declararse de utilidad pública.
                                        Así estipula que “nadie podrá ser
                                        privado de sus bienes y derechos sino
                                        por causa justificada de utilidad pública
                                        o interés social, mediante la
                                        correspondiente indemnización y de
                                        conformidad con lo dispuesto en las
                                        leyes”.   
 Algunos
                                              de los propietarios de predios
                                              privados cuando ven limitado
                                              gravemente los usos de sus fincas
                                              por parte de la administración
                                              (sin que medie indemnización
                                              alguna) entienden que se quebranta
                                              lo legalmente dispuesto y acusan a
                                              ésta de realizar una
                                              “expropiación
                                              encubierta”.Actualmente la
                                              jurisprudencia existente a este
                                              respecto es escasa y difiere mucho
                                              según la interpretación de los
                                              magistrados.
Algunos
                                              de los propietarios de predios
                                              privados cuando ven limitado
                                              gravemente los usos de sus fincas
                                              por parte de la administración
                                              (sin que medie indemnización
                                              alguna) entienden que se quebranta
                                              lo legalmente dispuesto y acusan a
                                              ésta de realizar una
                                              “expropiación
                                              encubierta”.Actualmente la
                                              jurisprudencia existente a este
                                              respecto es escasa y difiere mucho
                                              según la interpretación de los
                                              magistrados. 
La
                                        gestión en algunos espacios protegidos
                                        como el Parque Natural de Cabo de Gata -
                                        Níjar, donde la propiedad privada
                                        supera el 80% del territorio, trae
                                        consigo considerables problemas en
                                        relación con lo expuesto en el párrafo
                                        anterior, creando un clima de malestar
                                        social que sin duda a nadie beneficia.
                                        El hecho de que tanto este espacio como
                                        el Parque Natural de Sierra María - Los
                                        Vélez cuenten con sendas
                                        “Asociaciones de Afectados por el
                                        Parque” pone de manifiesto ésta y
                                        otras situaciones que van en detrimento
                                        de la correcta gestión que precisan
                                        estos territorios. Parece por lo tanto
                                        necesario un cambio en la política
                                        realizada en esta línea hasta la fecha
                                        que podría comenzar por una mayor
                                        integración de la administración pública
                                        en los espacios que administra. Ésta no
                                        puede esperar a que se generen los
                                        problemas, sino que debe intervenir
                                        antes de que estos aparezcan. 
Las
                                        Juntas Rectoras de los Parques Naturales
                                        continúan siendo organismos
                                        principalmente simbólicos y consultivos
                                        que, pese a contar con la participación
                                        de la mayoría de los agentes sociales
                                        que intervienen en los mismos y recoger
                                        algunas de las propuestas y demandas
                                        sociales, tienen una escasa incidencia
                                        en su gestión. En este sentido, además
                                        de dotar de funciones a la anterior
                                        institución parece necesario realizar
                                        un notable esfuerzo en el campo del
                                        desarrollo de la educación ambiental.
                                        Ésta no puede quedar tan solo en la
                                        realización de carteles, folletos,
                                        exposiciones, charlas, itinerarios o
                                        actividades lúdico didácticas que
                                        suelen recaer de forma positiva sobre
                                        los sectores de población ya
                                        sensibilizados, sino que debe incidir
                                        especialmente en aquellos que se
                                        manifiestan de forma abierta en contra
                                        de su conservación y protección. Por
                                        lo tanto, sería necesaria la presencia
                                        representativa y activa en asambleas,
                                        asociaciones de vecinos, asociaciones
                                        sectoriales (pesca, agricultura, ganadería,
                                        industria, etc.), Centros de
                                        Profesorado, centros de enseñanza y en
                                        todos aquellos puntos donde se puedan
                                        exponer de manera abierta y directa las
                                        ventajas y, en su caso, los
                                        inconvenientes que trae consigo la gestión
                                        de espacios de estas características,
                                        abriéndose al dialogo y al encuentro
                                        conjunto de soluciones a los problemas.
                                        Así mismo, las inversiones públicas no
                                        deben limitarse exclusivamente a labores
                                        de conservación y de protección de los
                                        espacios protegidos, sino que podrían
                                        incidir también directamente sobre los
                                        núcleos de población afectados,
                                        creando en estos las infraestructuras de
                                        uso público necesarias para la correcta
                                        gestión de los espacios y haciendo al
                                        paisanaje protagonista y partícipe
                                        directo de su paisaje. 
 Hacer
                                              coincidir los intereses de
                                              conservación y de protección del
                                              medio ambiente con la explotación
                                              de los recursos naturales es una
                                              tarea compleja, así como
                                              imprescindible dentro de la
                                              planificación actual de cualquier
                                              territorio, tanto en espacios
                                              protegidos, como en los que no
                                              gozan de estos estatus legales.
Hacer
                                              coincidir los intereses de
                                              conservación y de protección del
                                              medio ambiente con la explotación
                                              de los recursos naturales es una
                                              tarea compleja, así como
                                              imprescindible dentro de la
                                              planificación actual de cualquier
                                              territorio, tanto en espacios
                                              protegidos, como en los que no
                                              gozan de estos estatus legales. 
Sobre
                                        este particular se ha creado a lo largo
                                        de las últimas dos décadas una auténtica
                                        “filosofía” que ha aportado incluso
                                        neologismos, como “ecodesarrollo” o
                                        “desarrollo sostenible”, ante la
                                        falta de sustantivos y de adjetivos que
                                        denominaran adecuadamente a este
                                        reciente fenómeno sociocultural y económico.
                                        En cualquier caso, el desarrollo
                                        integrado que parece expresar mejor
                                        estos conceptos parte de la idea de
                                        contribuir de forma positiva a la
                                        conservación y protección del medio
                                        natural, que incluye desde los valores
                                        paisajísticos hasta los biológicos,
                                        pasando por los geológicos, antropológicos,
                                        etc., manteniendo un equilibrio
                                        constante entre la explotación de estos
                                        recursos y el desarrollo de las
                                        actividades humanas en su lícito afán
                                        por alcanzar mayores cotas en su calidad
                                        de vida. Esta compleja interrelación
                                        debe garantizar entre múltiples parámetros
                                        la no-sobreexplotación de los recursos
                                        naturales que provoca una destrucción
                                        del equilibrio del sistema y hace
                                        peligrar el desarrollo de las
                                        comunidades humanas, amén de degradar o
                                        destruir el medio ambiente.
El
                                        hecho de que Almería presente en la
                                        actualidad un grado de biodiversidad tan
                                        acentuado y unos espacios bien
                                        conservados especialmente en al área de
                                        costa no es producto de la casualidad,
                                        sino que va ligado a la reciente
                                        historia de esta provincia.
                                        Probablemente, el abandono y el olvido a
                                        los que ha estado sometida esta región
                                        durante la mayor parte del siglo XX
                                        hayan contribuido, paradójicamente, a
                                        mantener entornos naturales que han ido
                                        desaparecido en el resto del Mediterráneo
                                        peninsular y europeo. El secular
                                        ostracismo y el aislamiento a los que se
                                        ha visto sometida esta provincia se
                                        acentuaron aún más durante el período
                                        de “desarrollismo” a ultranza que
                                        caracterizó a las últimas décadas del
                                        anterior régimen, dejando a Almería
                                        dentro del ámbito de la marginalidad y
                                        del abandono. La escasez de agua y las pésimas
                                        comunicaciones, entre otros factores
                                        limitantes para el desarrollo socioeconómico,
                                        mantuvieron a esta provincia en una
                                        situación de “indisposición
                                        permanente” ante las inversiones,
                                        tanto públicas, como privadas. Con lo
                                        anteriormente expuesto no se pretende
                                        establecer una equívoca relación
                                        causal entre el abandono y la conservación
                                        de la naturaleza, sino comprender porque
                                        ha sido más fácil establecer medidas
                                        de conservación y de protección en hábitats
                                        costeros de Almería en comparación con
                                        otras provincias mediterráneas como Málaga,
                                        donde poco o nada era susceptible de
                                        este tipo de medidas ante la gran
                                        degradación ambiental de las zonas
                                        costeras debido principalmente a la
                                        sobreexplotación turística. 
El
                                        “milagro” económico almeriense del
                                        último cuarto del siglo XX es el
                                        resultado directo de un crisol de
                                        gentes, que se ha alzado en auténtico
                                        protagonista de uno de los fenómenos
                                        socioeconómicos más singulares de la
                                        reciente historia de Andalucía y de
                                        España. En ningún otro lugar de la
                                        “piel de toro” se ha asistido ha un
                                        proceso tan vertiginoso de creación de
                                        riqueza a partir de una situación
                                        previa de total y absoluta marginalidad.
                                        Almería ha pasado en 25 años de estar
                                        a la cola de las provincias españolas
                                        en cuanto a renta per cápita, a
                                        constituir un referente del estado de
                                        progreso económico del país.  
Sin
                                        lugar a dudas, han sido tres factores
                                        principales dentro del ámbito
                                        provincial los que han contribuido
                                        directamente a este espectacular
                                        despegue económico y social. En primer
                                        lugar el cultivo bajo plástico, los
                                        invernaderos. Miles de hectáreas
                                        improductivas del litoral 
                                        fueron testigos del nacimiento de
                                        una agricultura revolucionaria capaz de
                                        desafiar los rigores y las limitaciones
                                        que imponen los subdesiertos del
                                        Poniente Almeriense. Ante la falta de
                                        terrenos adecuados para el cultivo se
                                        crearon suelos artificiales a partir de
                                        arcilla, estiércol y arena. Frente a la
                                        escasez de agua se aprovecharon las
                                        subterráneas y gota a gota se fue
                                        regando cada mata. Los iniciales
                                        enarenados fueron cubiertos por plásticos
                                        para aumentar la velocidad de
                                        crecimiento vegetativo y producir un número
                                        superior de cosechas, consiguiendo así
                                        un rendimiento económico muy superior.
                                        Más de 60.000 millones de pesetas
                                        anuales en beneficios, tan solo en esta
                                        comarca, ponen de manifiesto la
                                        importancia que este sector productivo
                                        ha alcanzado en los últimos años,
                                        convirtiéndose en la principal fuente
                                        de ingresos a escala provincial. 

 
En
                                        segundo lugar, cabe destacar el sector
                                        turístico que ha llegado a esta
                                        provincia muy tarde en comparación con
                                        otras regiones por los condicionantes
                                        socioeconómicos antes descritos. Como
                                        en el resto del Mediterráneo español
                                        el tipo de turismo que se ha potenciado
                                        es el denominado “de sol y playa”,
                                        el cual se encuentra actualmente en fase
                                        de expansión ante el colapso que sufren
                                        otras áreas litorales que ofertan este
                                        mismo tipo de producto. Núcleos como
                                        Almerimar o la urbanización de Roquetas
                                        de Mar en el poniente y Mojácar o la
                                        costa de Vera en el levante constituyen
                                        algunos de los más destacables ejemplos
                                        de este tipo de oferta en el ámbito del
                                        litoral almeriense. No se puede obviar
                                        dentro de este contexto la potencialidad
                                        que el turismo rural posee en una
                                        provincia tan variopinta como Almería.
                                        Este tipo de sector está teniendo una
                                        demanda cada vez mayor y puede
                                        constituir un incentivo económico
                                        importante para las áreas rurales del
                                        interior. 
Por
                                        último, destaca la extracción de mármol
                                        y la elaboración de diversos productos
                                        a partir del mismo. La riqueza en este
                                        tipo de roca en la Comarca del Alto
                                        Almanzora y Los Filabres era conocida y
                                        aprovechada desde los primeros
                                        pobladores de la región. Sin embargo,
                                        el auge y la intensificación de las
                                        explotaciones mineras a cielo abierto
                                        son un fenómeno propio del siglo XX y
                                        especialmente de su último tercio.
                                        Actualmente constituyen la tercera
                                        fuente de ingresos en el ámbito
                                        provincial y, al igual que ocurre con en
                                        el cultivo bajo plástico, se está
                                        asistiendo a un proceso de apertura a
                                        nuevos mercados internacionales que a
                                        priori constituyen una garantía
                                        para el mantenimiento y crecimiento del
                                        sector.
                                      
 
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