Cómo realizar jabón sin utilizar sosa o aceites vegetales.
¿Por
qué? Muchas veces nos han preguntado si se puede realizar jabón natural
sin sosa caustica, ya sea por no querer trabajar con una materia, en
principio con cierto riesgo en su manipulación o por la posibilidad de
residuos de ésta en el jabón y que pudiera afectarnos
al utilizarlo. Antes de todo, asegurar que todo jabón bien formulado no
tiene residuos de hidróxido sódico (sosa) ya que toda ella reacciona con
los ácidos grasos de los aceites durante la saponificación, e incluso
en aquellas formulas en las que sobreengrasamos, existe un exceso de aceite sin saponificar, por lo que podemos estar tranquilos y seguros con nuestro jabón.
Pero retomando el tema, puede ser interesante aprender a elaborar este jabón sin sosa o aceites. ¿Cómo? Utilizando plantas ricas en saponinas, en concreto la Saponaria o hierba jabonera (Saponaria officinallis). ¿qué son estos compuestos?
Las saponinas
Las
saponinas (del latín sapo, "jabón"), son glucósidos de esteroides o de
triterpenoides, llamadas así por sus propiedades semejantes a las del
jabón: cada molécula está constituida por un elemento soluble en lípidos
(el esteroide o el triterpenoide) y un elemento soluble en agua (el
azúcar), y forman una espuma cuando se las agita en agua. Existe una
gran variedad de plantas que contienen Saponinas en distintas
concentraciones, como por ejemplo la saponaria, la yuca, el ginseng, la
quinua o el quillay, entre otros.
Como
veis, su actividad como agente limpiador es similar al jabón, la parte
lipofílica se une a la mancha de grasa mientras la hidrófila al agua,
por lo que se produce un arrastre de la suciedad por el efecto de
fricción que produce la lavadora o al frotar, llevándose el agua de
lavado la grasa de la superficie sucia por efecto del comportamiento
bipolar de la molécula de la saponina.
Saponaria o hierba jabonera (Saponaria officinalis)
Tradicionalmente
se ha utilizado esta planta, y por ello su nombre, para hacer jabón,
por su alto contenido en saponinas. Es una planta herbácea vivaz y
perenne con rizoma subterráneo y raíces laterales. El tallo es robusto y
erecto, alcanzando una altura de 30-60 cm. Las hojas son lanceoladas,
glabras, de 3-5 cm de longitud y de color verde pálido. Las flores son
de color violeta o rosa pálido y son aromáticas. La corola tiene cinco
pétalos tubulares y el cáliz cilíndrico. El fruto es una cápsula oblonga
con numerosas semillas. Es relativamente fácil de encontrar en
zonas húmedas asociadas a cursos fluviales o arroyos, aunque
si preferís podéis conseguirlas en herbolarios o comprar su semilla o
plántula en viveros.
Propiedades:
El rizoma tiene saponinas y las hojas flavonoides y vitamina C. En
decocción se usa para la dermatitis y forúnculosis. En dosis discretas
produce secreción de las mucosas ya que las saponinas producen
salivación. En Cosmética se utiliza para el cuidado de las pieles con
tendencia acneica, tónico, espumante, emulsionante, calmante,
antipruriginoso, antiseborreico y limpiador.
¿Y cómo realizar el jabón con Saponaria?
Muy
fácil, sólo hay que hacer una decocción de sus raíces para extraer las
saponinas, fórmula que se puede complementar con plantas aromáticas para
mejorar su aroma o añadirle otras propiedades interesantes, como
lavanda, ortiga, tomillo, romero, entre otras.
La proporción sera:
50 gramos de raiz seca de saponaria
1 litro de agua
Para
su elaboración coceremos durante 15 min. a fuego medio en una cazuela
la raíz, para posteriormente filtrarla y dejar enfriar. A esta fórmula
le podemos añadir, como comentábamos, infusiones de aromáticas o
si preferís aceites esenciales, por ejemplo infusión de ortiga para el
cabello, o aceite esencial de tomillo. Recordaros que este tipo de jabón
no produce mucha espuma aunque tiene gran capacidad limpiadora.
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